Por Alan D. Wolfelt, Ph.D. | Center for Loss & Life Transition
Este es el artículo final de un documento de tres partes que trata una pregunta frecuente: “¿estoy loco?”. Como se explicó anteriormente, el propósito no es determinar lo que le está ocurriendo a usted. En lugar de ello, le pedimos que se familiarice con lo que pueda encontrar mientras sufre y pasa por su período de luto.
A continuación, le presentamos los posibles aspectos que puede manifestar en el proceso:
- Ataques de duelo o aferramiento a los recuerdos
- Cambios de humor repentinos
- Síntomas para identificar enfermedades físicas
- Impotencia e indefensión
- Sueños
- Experiencias místicas
- Enfoque en sí mismo
Ataques de duelo o aferramiento a los recuerdos
“Estaba navegando y me sentía muy bien, cuando de pronto apareció esta sensación abrumadora de pena”. Este comentario por lo general refleja lo que solemos llamar un “ataque de duelo”. Otro término que se utiliza para describir esta experiencia es el “aferramiento a los recuerdos”. Un ataque de duelo o aferramiento a los recuerdos corresponde a un período de tiempo en el cual se siente ansiedad extrema y dolor emocional intenso.Es posible que piense que los períodos largos de depresión profunda son la parte más común de la pena y el luto. En realidad, es más probable que presente episodios agudos de “punzadas” o “espasmos” de pena. Es por este motivo que se denominan ataques de pena. En ocasiones, esta sensación “ataca” sin previo aviso.Es posible que tenga una sensación abrumadora con respecto a la pérdida de su ser querido y se encuentre llorando abiertamente o quizá incluso sollozando. Como una mujer comentó: “Puedo estar ocupada por un tiempo, e incluso olvidar que falleció. Después quizás mire su fotografía o piense en su comida favorita y sienta que ni siquiera puedo moverme”.Los ataques de pena son normales. Si presenta uno, tenga compasión con usted mismo. Tiene todo el derecho de extrañar a la persona que falleció y a presentar parálisis temporal. Haga lo que haga, cuando sienta un ataque de duelo, no intente negarlo. Lo más probable es que sea más fuerte que usted.Es bueno pensar en los ataques de pena como una reflexión de que nuestros seres queridos quieren ser recordados. Aunque el dolor de uno de estos ataques sea muy profundo, acéptelo; de otro modo, puede sufrir parálisis emocional, espiritual y física.
Cambios de humor repentinos
Cuando un ser querido fallece, puede sentir que está viviendo entre momentos estables e inestables que van y vienen entre sí. Los cambios de humor repentinos son una parte difícil pero normal de su proceso de luto. Estos se pueden desencadenar si visita un lugar familiar al que fue en el pasado, si escucha una canción o un comentario insensible, o incluso durante los cambios de clima.
Los cambios de humor confunden, porque su propia expectativa inadecuada del proceso puede ser el seguir un patrón de mejoría constante. También es probable que tenga personas a su alrededor que compartan esta expectativa. Cambie esta expectativa equivocada y cuídese mientras acepta estas fluctuaciones de cambios de humor.
Si presenta estos altibajos, no sea duro consigo mismo. Tenga paciencia. Mientras vive el proceso de luto y se recupera, la desesperanza se transformará en esperanza. Durante estos momentos, también puede beneficiarse de un sistema de apoyo que comprenda la normalidad de estos cambios de humor.
Síntomas para identificar enfermedades físicas
Cuando fallece una persona que a usted le importa mucho, puede desarrollar maneras para identificarse con ella y sentirla cerca. Por ejemplo, si la persona falleció producto de un tumor cerebral, es posible que usted tenga dolores de cabeza con mayor frecuencia. Si falleció por un ataque cardíaco, es probable que usted presente dolores en el pecho. Claro está, es importante revisar si existen problemas reales en el cuerpo; sin embargo, también debe tener presente que está pasando por síntomas de identificación de enfermedades físicas. Personas en estado de luto han compartido estos ejemplos: “Ella tenía un dolor terrible en su estómago. Después de que falleció, yo también empecé a sentirlos”. Me hacían sentirla cerca. Después de un tiempo, el dolor estomacal desapareció y tuve una sensación de pérdida. Ahora que me recuperé, he sido capaz de olvidar los dolores estomacales”.“Lo amaba tanto. Después de que falleció, quería ser como él. Una de las cosas que hice fue sentir mareos, como los que él tenía todo el tiempo”.
No se conmocione si presenta algún síntoma similar a los que tenía la persona que falleció. Su cuerpo está reaccionando frente a la pérdida. Sin embargo, a medida que va pasando por el proceso de luto, estos síntomas deberían desaparecer. En caso contrario, busque a alguien que lo escuche y lo ayude a comprender lo que está sucediendo. Además, no todos presentarán estos síntomas y usted puede ser uno de ellos. Claro está, si tiene consultas o inquietudes acerca de sus síntomas físicos, se recomienda visitar a un médico de confianza.
Impotencia e indefensión
Si bien la pena es algo que suele ignorarse, a veces puede hacerlo sentir indefenso. Es posible que piense o diga: “¿qué haré? Me siento completamente desamparado”. Mientras hay una parte en usted que se da cuenta de que lo que le sucede se escapa de sus manos, otra parte tiene una sensación de impotencia por no ser capaz de evitarlo. Le gustaría regresar a la vida que tenía antes, pero no puede. Va a pensar, esperar, desear y rezar para que la muerte tenga solución, pero se sentirá impotente por no poder hacer nada al respecto.
Además, se preguntará si quizá hubiese hecho algo diferente o si hubiera sido más asertivo, habría podido evitar esa muerte.”Si tan solo…” y “¿Qué habría pasado si…?” son pensamientos que por lo general expresan su deseo de haber podido hacer algo al respecto o tener control sobre lo que no tuvo
poder. La falta de control es una realidad difícil de aceptar. Aun así, es una realidad que debe afrontar a medida que pasa el tiempo y vive su proceso de luto. Es normal tener esta sensación de indefensión e impotencia si se considera el contexto de esta dolorosa realidad.
Casi paradójicamente, podrá ayudarse a usted mismo cuando alcance y estos sentimientos temporales de indefensión y los deje fluir. Cuando intenta “mantenerse fuerte”, suele tener problemas. Comparta sus sentimientos con las personas que lo rodean y que son importantes para usted.
Sueños
Soñar con la persona que falleció puede ser parte de este proceso. Si es así, recuerde que usted es quien comprenderá mejor lo que sus sueños quieren decir.
Los sueños son una de las formas en que se manifiesta el proceso de luto. Pueden ser parte importante de su proceso, como no serlo también. Un sueño, por ejemplo, puede representar una búsqueda de la persona que ha fallecido. Los sueños también dan la oportunidad para sentirse más cerca del ser querido fallecido, para aferrarse a la realidad de la muerte, enfrentar cuidadosamente lo difícil de la pérdida, traer recuerdos a la mente o para desarrollar una nueva identidad con respecto a uno mismo. Los sueños también pueden ayudarlo a buscar un significado en la vida y la muerte o le permite explorar asuntos que no ha resuelto. Por último, los sueños pueden brindarle esperanza para el futuro. El contenido de sus sueños suele reflejar cambios en su proceso de luto. De este modo, si los sueños son parte de su experiencia, utilícelos para comprender mejor dónde ha estado, dónde está y hacia dónde va. Además, busque a alguien que lo escuche de verdad y que no interprete los sueños por usted.
Por otro lado, puede tener pesadillas, en especial después de recibir noticias de una muerte violenta o traumática. Estos sueños pueden ser muy atemorizantes. Si sus sueños lo angustian, converse acerca de ello con alguien que pueda apoyarlo y comprenderlo.
Experiencias místicas
Cuando muere un ser querido, es posible que viva experiencias que no siempre se pueden explicar de manera racional. Sin embargo, eso no significa que haya algo malo con estas experiencias. La triste realidad es que si comparte estas experiencias con otras personas, es posible que se le considere “mentalmente enfermo”. De hecho, se encuentra místicamente sensible.
La principal forma de experiencia mística que las personas de luto me enseñaron es la de comunicarse con la persona que falleció. Algunas personas creen que esta experiencia es difícil de creer e intentan explicarla de una manera racional. “Debo haber estado soñando” o “probablemente estaba medio dormido”. Otros intentan distanciarse de la experiencia debido a que les enseñaron que esas cosas son imposibles. “Una mente racional simplemente no experimenta esa clase de cosas”. Por lo tanto, si quiere ser considerado como “racional” o “cuerdo”, tiene sentido que se sienta obligado a distanciarse de este tipo de experiencia “irracional”.
Los tipos de experiencias místicas varían. En Alabama, por ejemplo, una madre, cuya hija falleció, se despertó una mañana de verano y miró por la ventana y vio que nevaba solamente en su patio. La nieve duró por 15 minutos y luego se detuvo. La madre comprendió esto como una comunicación que le decía que su hija estaba bien y que no se preocupara tanto. En otra ocasión, un hombre cuya esposa falleció, la vio acostada en el sofá de su sala de estar. “Es como si hubiera venido hacia mí, y me hubiera envuelto en sus brazos, me sentí cálido y feliz…sentí su presencia”.
He escuchado y aprendido de cientos de personas que han tenido la experiencia de ver, escuchar y sentir la presencia de alguien que falleció. Soy un científico y se supone que debo ser “racional”. Solo puedo decirle que se mantenga abierto a experiencias en este ámbito. No se juzgue a sí mismo o a los demás que tienen experiencias místicas. O bien, si no tienen alguna experiencia mística, no piense que algo está mal con usted.
Enfoque en sí mismo
La naturaleza misma de su duelo requiere un enfoque en sí mismo o una introspección. Este enfoque temporal en sí mismo es necesario para su supervivencia a largo plazo. La introspección lo ayuda a sentirse protegido de un mundo exterior que en este momento puede ser atemorizante.
Es posible que algunas personas intenten “quitarle su duelo” evitando que realice un enfoque en sí mismo. Es posible que quieran que vuelva rápidamente al mundo exterior sin comprender que usted necesita retirarse temporalmente. Si la introspección es parte de su experiencia, tenga la seguridad de que es normal.
La palabra TEMPORAL en relación con este enfoque en sí mismo, es importante. Es posible que retroceda y avance entre la necesidad de pasar tiempo a solas y tiempo con otras personas. Sin embargo, tenga presente que si se mantiene solo en un modo de enfoque en sí mismo o de introspección, puede arriesgar el desarrollo de un patrón de no compartir su duelo. Como usted bien sabe, no compartir su duelo interrumpirá su proceso de recuperación.
Cuando siente dolor después de la muerte de un ser querido, la introspección y la necesidad de un enfoque en sí mismo es análoga a lo que ocurre cuando tiene una herida física. Usted cubre una herida física con un vendaje durante un período de tiempo. Luego, expone la herida al aire libre, el cual contiene propiedades curativas, así como también contaminantes. El dolor emocional, físico y espiritual del duelo ciertamente exige el mismo tipo de respeto.
Una última palabra
Los aspectos tratados anteriormente con respecto al duelo son solo una guía muy general de las posibles experiencias que puedan estar relacionadas con la pregunta: “¿estoy loco?”. Sin embargo, espero que esta información lo ayude a comprender mejor lo normal que es este proceso único de duelo.